Una herramienta para cumplir este objetivo es capacitar a los padres sobre las etapas de desarrollo con el fin que puedan presentarles a sus hijos los estímulos adecuados a su edad y sus capacidades. Se propone incorporar conceptos de “Parentalidad positiva” que se refiere al conjunto de conductas de padres y madres que buscan el bienestar de los niños y su desarrollo global desde una perspectiva de cuidado, afecto, protección, enriquecimiento y seguridad personal, de no violencia, que proporciona reconocimiento personal y pautas educativas, e incluye el establecimiento de límites para promover su completo desarrollo, el sentimiento de control de su propia vida y puedan alcanzar los mejores logros tanto en el ámbito familiar como académico y con el entorno social.
El objetivo de la Parentalidad Positiva es facilitar que los padres, y madres u otros adultos con responsabilidades educativas o familiares, adquieran capacidades personales, emocionales, educativas que le permitan implicarse de un modo eficaz en la construcción de una dinámica de convivencia familiar positiva y en el desarrollo de modelos parentales adecuados para los niños. Promover una crianza segura, agradable y no violenta además de promover las habilidades sociales, emocionales, del lenguaje, intelectuales y del comportamiento de los niños mediante prácticas positivas de los padres.